Mes: mayo 2020

Necesidad de creación de la Agencia Nacional de Intereses y Recursos Estratégicos Marítimos (segunda parte):

Visión estratégica (segunda parte):

Necesidad de creación de la Agencia Nacional de Intereses y Recursos Estratégicos Marítimos.

Por Carlos Lionel Traboulsi*

Luego de muchos años de destrucción, tibiamente en el año 1962 se crea el Consejo Nacional de la Marina Mercante ratificado por ley al año siguiente por el gobierno de Arturo Illia y puesto provisoriamente bajo la órbita del Ministerio de Transporte. En la década del noventa nuevamente todo se destruyó. Posteriormente nuestra esperanza marítima se recupera en el año 2014 con el denominado Proyecto Pampa Azul liderado por la Universidad Nacional de la Patagonia Juan Bosco, el Ministerio de Ciencias y Tecnología, varias universidades nacionales, el Conicet y diversos Ministerios y Secretarías sembrándose nuevamente la semilla de reflotar la idea de nuestros mares como fuentes de vida, progreso y bienestar.

El 29 de julio de 1975 se dicta la ley 27167 por la cual se crea el Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos (PROMAR) que tiene como objetivos generales profundizar el conocimiento científico como fundamento de las políticas de conservación y manejo de los recursos naturales; promover innovaciones tecnológicas aplicables a la explotación sustentable de los recursos naturales y al desarrollo de las industrias vinculadas al mar; fortalecer la conciencia marítima de la sociedad argentina; fomentar desarrollos tecnológicos en todas las áreas vinculadas a la investigación del mar, incluyendo la seguridad marítima y la defensa nacional, entre otros loables objetivos.

Esta ley es un mojón importante, pero insuficiente, en la historia de nuestros recursos e intereses estratégicos marítimos ya que debemos conocer y querer lo que tenemos para saber qué es lo que podemos y debemos hacer. Son muchas áreas en las que hay que estudiar, investigar y sacar conclusiones, entre ellas podemos mencionar el Petróleo y gas, la Energía oceánica y marina, la Pesca y acuicultura, los Minerales marinos, las Algas y micro algas, sumado a todo lo que concierne a la naturaleza y el clima para generar un hábitat más amigable al ser humano.

Pero hace falta llevar adelante las tareas de elaboración, gestión y ejecución de una política pública tendiente a la exploración y explotación de los recursos marítimos en forma efectiva y sustentable ambientalmente, como así desarrollar los intereses estratégico vinculados como ser: la Industria naval de recuperación de la marina mercante, la de seguridad y defensa; la Industria aeronáutica (aviones, helicópteros para diversas actividades); la Logística portuaria, industrial en general y en particular la tecnológica, inteligencia artificial, metalmecánica, metalúrgica, empresarial, comercial y urbana.

Hay estimaciones técnicas serias, entre otras las del Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIECTI), que determinan un potencial económico de estos sectores para un plazo de 20 años de 250 mil millones de dólares de valor agregado con una capacidad laboral mínima directa de unos 200 mil puestos de trabajo en un escenario absolutamente conservador (donde no se valorizan minerales, fabricación de barcos, inteligencia artificial, servicios anexos, etc). Esto implica ingresos de más del 41% del PBI pudiendo incrementarse en un escenario activo y optimista a más de 4 billones de dólares acumulados en los mismos 20 años tomados como referencia, con una capacidad de empleo directo de un poco más del millón de personas. Sin tomar en cuenta toda la mano de obra indirecta que la podemos multiplicar mínimo por 5.

Pensemos que hoy el mar aporta aproximadamente el 1,5% del PBI y se está trabajando técnicamente a través del PROMAR para trasferir conocimiento que permita incrementar a un 15% del PBI la generación de riqueza.

Es por ello que deviene imprescindible dar una vuelta de tuerca y asumir la decisión política de generar una política pública creando la AGENCIA NACIONAL DE INTERESES Y RECURSOS ESTRATÉGICOS MARITIMOS (ANIREM) cuyos Objetivos serían entre otros: Elaborar, desarrollar, ejecutar una política nacional de intereses marítimos y establecer los procedimientos de articulación y coordinación de misiones – funciones – jurisdicciones de los distintos estamentos de carácter público, privados y/o mixtos, así como también de los intereses en juego: exploración, explotación del mar fortaleciendo la presencia, desarrollo y modernización de los puertos, mantenimiento y mejoramiento de las vías navegables, desarrollo del transporte marítimo y fluvial, impulso activo de la flota mercante de bandera, las conferencias de fletes internacionales, la industria naval en construcción y reparación de unidades, la pesca en mar argentino y coordinar la de aguas dulces con las provincias, su producción e incorporación de valor agregado, crecimiento y mantenimiento de la flota pesquera, fortalecer y llevar adelante la voluntad y decisión política de preservar la zona de exclusión y plataforma continental sostenida por la Argentina de 350 millas, la renovación de su material y la industrialización a bordo y en tierra, la formación y capacitación del personal y su matriculación, el diseño y desarrollo de la logística de tierra y mar, desarrollo industria aeronaval, terrestres, científico, inteligencia artificial y tecnológica aplicada. Garantizar a través de regulaciones y normativas la sustentabilidad ambiental en el tiempo del océano, mar y ríos, a fin que las actividades a desarrollar puedan efectivizarse sin afectar el valor social y ambiental de las aguas y sin disminuir ni alterar el potencial económico de los otros sectores industriales y productivos de la vida nacional.

Es necesario que la Agencia a crearse tenga estamentos de escucha y consulta con la industria, comercio, gremios, sectores profesionales y técnicos para posibilitar una gestión exitosa, ya que las superposiciones de responsabilidades y ejecuciones generan burocracias perniciosas que atentan con la idea propuesta.

Saliendo del aislamiento social y obligatorio impuesto por necesidad, tenemos nuevas oportunidades desde lo económico, industrial y laboral, entre ellas una de las más importantes es sin dudas mirar al mar y a nuestros ríos. El Almirante Segundo Storni lo reclamaba desde principios del siglo XIX hasta su muerte en 1954. Es el momento de asumir el rol de la historia y tomar la decisión política de llevarlo adelante, sin temores y con coraje. Los argentinos y las generaciones venideras tenemos el imperativo de mirar al mar con una visión integradora de nuestra economía. Una Argentina distinta y para todos es posible si aceptamos mirarla de una forma novedosa, modificando nuestras creencias culturales que nos dicen que solo el campo nos salvará.

*abogado, diplomado en Relaciones Internacionales, Secretario General Partido Demócrata Cristiano CABA. carlosltraboulsi@gmail.com

El Aborto Amenaza a la ARGENTINA – Por Carlos Lionel Traboulsi

EL ABORTO AMENAZA A LA ARGENTINA

Por Carlos Lionel Traboulsi*

El aborto se convierte en una amenaza a la subsistencia del Pueblo Argentino, como lo es ahora mismo en donde hoy está legalizado, ya que los antecedentes estadísticos de los países que tienen el aborto legal, a pesar de las trabas que igual colocan para que los abortos no se hagan libremente, en los hechos actúan como un método anticonceptivo más, produciendo un verdadero “invierno demográfico”, en donde sus poblaciones han envejecido y decrecido notablemente los índices de crecimiento de la natalidad; casi a un 50% inferior a los existentes anterior a las aprobaciones de esas leyes abortistas y en varios casos tasas negativas de crecimiento poblacional.

Alemania, Francia, España, Dinamarca, Gran Bretaña, Cuba entre otros son claras muestras de países con existencia de leyes de aborto que han tenido una clara intención de control de la natalidad, a pesar de la música que las mujeres en su conjunto quisieron escuchar que se les estaba respetando el derecho sobre sus cuerpos. Ese control de la natalidad e invierno demográfico eclosionó (salvo en Cuba por razones obvias) en una inmigración descontrolada permitiendo la penetración de otros pueblos en sus territorios, lo que sumado al envejecimiento de sus propias comunidades los lleva a profundas crisis de viabilidad y sustentabilidad como naciones, razón por la que, como reacción, deben echar mano a leyes de promoción de la natalidad, de protección de la familia, de restricción a las inmigraciones (que les ha producido ya cambios importantes en sus culturas y razas) entre otras medidas para paliar las graves consecuencias del efecto aborto.

Estos países nombrados anteriormente a modo de ejemplo, que integran continentes colmados de personas, difieren de la situación de la Argentina que tiene un inmenso territorio casi deshabitado, estando la inmensa mayoría de su población concentrada en las grandes ciudades. Nuestro País necesita imperiosamente una política pública poblacional que permita un crecimiento de por los menos cien millones de personas distribuidos armónicamente en nuestro territorio para ser sustentable y viable como nación soberana. Pero todos somos importantes y necesarios, desterrando la idea de que los pobres desaparezcan por estas formas radicales en vez de ser por medio de políticas de estado de crecimiento. Esto lo vemos en el engaño que significa fundar la razón del ILE, como una de las principales causas, en la pobreza que lleva a la clandestinidad y muerte, ya que es la clase media alta y alta preparada intelectualmente la que está a favor en porcentajes importantes de la instauración de esta ley, según todas las encuestadoras y consultoras serias que han trabajado sobre el particular.

La estrategia para legalizar el aborto la llaman engañosamente “Maternidad sin riesgos” para evitar muertes clandestinas, ocultando los estudios científicos y médicos que nos dicen que entre las complicaciones físicas del aborto en la mujer están las infecciones, las hemorragias, las complicaciones debido a la anestesia, las embolias pulmonares o del líquido amniótico, así como las perforaciones, laceraciones o desgarros del útero. Las estadísticas estiman que el riesgo inmediato de dichas complicaciones es de un 10%, pero el de las complicaciones a largo plazo es entre el 20 y el 50%, pudiendo recordar como ejemplo aleccionador en nuestro país la desgraciada suerte de la joven adolescente de 17 años Keyla Jones víctima del aborto “legal” con Misoprostol.

Además de las complicaciones físicas, las mujeres sufren emocional y espiritualmente de lo que ya se ha identificado como el “Síndrome post-aborto” identificado actualmente como “estrés post aborto” según el DSM V siendo los síntomas y signos: sentimientos de culpa, angustia, ansiedad, depresión, baja autoestima, insomnio, diversos tipos de neurosis y de enfermedades psicopáticas, tendencia al suicidio, pesadillas en las que aparecen los restos del bebé abortado, recuerdos dolorosos en la fecha en que hubiera nacido, etc.

La Real Academia de Obstetricia de Inglaterra ha informado que las probabilidades de problemas psiquiátricos graves y permanentes después de un aborto pueden alcanzar hasta el 59% de las madres. La Organización Mundial de la Salud por su parte informa que las mujeres que se practican abortos por razones psiquiátricas son precisamente las que corren mayor riesgo de problemas mentales una vez realizado el aborto. Otros estudios muestran que las mujeres que se han practicado un aborto por razones de violación, incesto, salud, etc., tienen aún más probabilidades de sufrir problemas emocionales y psiquiátricos severos que las que se lo han practicado por razones socioeconómicas.

Es decir que no solamente le damos la espalda a un proyecto de crecimiento de país que todos estamos anhelando, sino que apostamos a una sociedad donde un porcentaje de nuestras mujeres tendrán indefectiblemente problemas de SALUD PÚBLICA, lo que hará estallar el sistema de salud ya afectado, y nos terminaremos suicidando como sociedad por falta de argentinos, dejando nuestro territorio en manos de los grandes centros económicos internacionales que hoy están haciendo campaña, dando muchos dólares para que abracemos con felicidad el aborto, al acecho de nuevos territorios para ocupar. El aborto se ha convertido en la cocaína del pueblo argentino, espero seamos lo suficientemente fuertes para rechazarlo y no caer en la adicción. La experiencia de los otros países nos debe servir para no cometer los mismos errores.

Discutamos el necesario proyecto de país que queremos con fundamento en el respeto de toda vida, con desarrollo y posibilidades de crecimiento en toda la extensión territorial, en particular en nuestra Patagonia, con creación de fuentes trabajo dignas, vivienda, salud, educación liberadora integral generando Comunidades Solidarias de autoabastecimiento y producción.

No permitamos que nos hagan bailar al compás de quienes nos quieren destruir por intereses económicos, geopolíticos, sociológicos e ideológicos que anhelan un mundo para poderosos solamente.

*abogado, diplomado en relaciones internacionales, Secretario Partido Demócrata Cristiano CABA, Presidente Observatorio de la Familia “Juan Pablo II”.

Nota de Opinión por : Carlos Lionel Traboulsi

LA VIDA TE DA SORPRESAS

Por Carlos Lionel Traboulsi

Cuando el 10 de diciembre de 2019 hubo recambio de gobierno nos encontramos con relatos sobre la descripción del pasado enervado por el toque interesado ideológico y una épica de como trabajarían para terminar con los pobres, la falta de trabajo, el estancamiento de las empresas, la ausencia de inversiones para desarrollar nuestra industria y conocimiento; como se terminaría con la especulación cambiaría, con el atropello de la banca especuladora, contra los aumentos injustificados de precios, en fin un gobierno que demostraba una impronta de venir a sentar en la mesa del progreso a los que menos tienen y que han quedado fuera de toda política de los últimos años.

Lo cierto que nunca pudo esbozarse siquiera un programa de gobierno, solo destacándose como política de estado el trabajo contra el hambre que por desgracia tampoco dio resultados positivos visibles. Frente a esta situación de ausencia de ideas aparece la epidemia, luego declarada pandemia por la OMS del COVID19 y como por arte de magia el gobierno empezó a lograr sobre la base del miedo la diagramación de un proyecto de país que no sabemos si estaba latente pero que por su audacia no había sido difundido o frente a las circunstancias, el ala más extrema de los K en el gobierno, empezaron a empujar para su concreción.

Es así que el Ejecutivo nacional empieza a concentrar poder delegado por los ejecutivos provinciales y en forma inexplicable por la Legislatura nacional y el Poder Judicial quienes entraron en etapa prácticamente de inacción. El país empezó a funcionar por Decretos de Necesidad y Urgencia que apuntan a la consolidación del sector cautivo del peronismo que son los marginados y pobres dependientes del estado, aumentando los subsidios y ayudas económicas y alimenticias en millones de beneficiarios.

Por otro lado, si bien se fueron haciendo anuncios, lo cierto es que la industria y el comercio no han sido beneficiados, solamente algún espejito de color perdido se les ha mostrado. Esto ha significado en la práctica que nuestra matriz industrial y comercial esté en estos momentos en una situación de zozobra donde muchas desaparecerán antes o inmediatamente después de terminado el aislamiento social obligatorio. Ningún poder del estado renuncio a cobrar tasas, contribuciones o impuestos, todos siguen de la misma manera mostrando su voracidad. La banca continúa con su ausencia de ayuda masiva a las PYMES y asfixiando con sus usureros intereses. El sistema financiero no ha tenido piedad ni durante esta pandemia, siguiendo con tasas exorbitantes y reclamos de pago a los usuarios de las distintas herramientas financieras y de créditos (tarjetas y demás instrumentos). El aislamiento social obligatorio cada vez más sacó de escena a cuentapropistas, monotributistas y autónomos, quienes no han tenido una sola muestra de condescendencia hacia ellos.

En definitiva se va consolidando un proyecto de país donde muchos pobres reclaman lo que por derecho les corresponde y la clase media va dejando de existir como tal, alejándose los extremos dentro de ella hacia los que son ricos directamente y los que, como se dice comúnmente a partir de ahora la “apechugan”. A esos ricos hay que exprimirlos y sacarle todo lo que se pueda para que dejen de ser ricos y terminar con la especulación. No es parte de una reforma tributaria sino de un proyecto de país no escrito pero bien estudiado.

Frente a esta situación de encierro y pauperización de los bolsillos argentinos, el gobierno toma la única medida que tenía proyectada que es declarar el default (aunque técnicamente hay tiempo todavía para que ello no suceda). La única carta de triunfo para que el default no suceda es que los acreedores acepten lisa y llanamente la propuesta Argentina. Ojala que así sea, pero es muy difícil. Si el default se concreta es claro que junto con todo lo anterior será un cóctel terrible de sufrimiento para nuestro pueblo donde solo la podrán llevar adelante quienes sigan viviendo del estado, siendo el mejor empleo el empleo público o estar dentro del sistema asistencial.

Los tejidos de contención desaparecerán ya que los gremios cada vez tendrán menos fuerza laboral que los respalden creciendo el poder estatal, incluso con la idea de estatización de bienes, servicios y empresas; y la familia gracias a la ideología de género perderá definitivamente su impronta siendo nuestros hijos militarizados en la idea de comunitarismo materialista.

Ahora a este proyecto, le falta la parte represiva para que la gente terminada la cuarentena, a pesar que el miedo seguirá y eso dará algunos meses más para que no haya movilizaciones importantes, pueda ser acallada en sus reclamos. Que mejor forma de empezar a crear nuevas formas de terror que ya están instaladas en la conciencia de todos los argentinos en una situación de caos. Si, la mejor forma de lograr ello es abrir la cárceles de todo el país y con los delincuentes en la calle y el comienzo de la troperías la gente no querrá salir de sus casas y reclamará “mano dura” al gobierno quien en forma paternalista asumirá el compromiso de terminar con ese caos auto creado y aplicará el rigor de la ley, pero contra jueces que no cumplan sus órdenes y contra quienes levantemos nuestras voces de quejas, sirviendo esa mano rescata de las cárceles también como “maras comunitarias”. Muestra de ello es el ya en funcionamiento cyberpatrullaje que la ministra de seguridad anunció recientemente y el control de una buena parte de los medios de comunicación que solo trasmiten el relato oficial.

Que nos queda por consuelo, nada, ni siquiera espiritualmente podemos encontrar una voz presencial ya que se nos impide practicar el culto, salvo por medios informáticos.

Hay esperanza? Seguro que sí. La vida nos da sorpresa, pero esas sorpresas dependen de nuestro compromiso y de nuestra lucha. No debemos abandonar nuestra concepción de nación ni nuestra construcción de Patria y rechazar cualquier intento de querernos cambiar nuestra idiosincrasia. Argentina es clase media, es respeto por los pobres y una política de ascenso social permanente basado en el trabajo y la educación, como así en la integración de toda su gente; es respeto de la dignidad de la persona humana. Es una tierra de paz y bonanza que tenemos que recuperar, solo empezando con cumplir la Constitución Nacional y terminar con la corrupción de nuestra clase dirigencial. No queremos ser Venezuela ni ningún país comunista. Un proyecto de país que nos caracterice por no ser ni yanquis ni marxistas, integrado a Latinoamérica siendo parte de la globalización, como se solía decir pero que han, parece, olvidado, es posible. Si estás de acuerdo no te rindas.

*abogado, diplomado en relaciones internacionales, Presidente del Observatorio de la Familia “Juan Pablo II”, Secretario General Partido Demócrata Cristiano CABA

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